31 mayo 2017

Capítulo II: Cuenca

Teníamos ganas de conocer Cuenca, porque realmente parecía que iba a ser bien bonita. Y en teoría habíamos quedado ahí con Cristina, que ya se iba a ir a su país, pero no pudo ser.

Llegamos de tarde, y fuimos a buscar el hostel.
Esta vez era un hostel de mochilerxs, como los que yo usé, de lxs que te encuentras con trotamundos.
Y así, nada más llegar conocimos a Mateo, Francés aunque había estado viviendo por Canadá, el llevaba viajando unos cuantos meses por latinoamerica. Me contó sobre los destinos en los que aún no he estado, para cuando siga donde dejé el anterior.

Nos ofreció ir con el al día siguiente al Parque Nacional de Cajas, y como lo llevábamos apuntado en nuestro croquis, invertimos los días y decidimos ir con el, dejando la visita a Cuenca para el siguiente día.




Parque Nacional de Cajas


Es un parque nacional de la cordillera, andina. Con el autobús nos quedamos en los alrededores de la laguna toreadora.
Aquí ya no hay tanta vegetación, la que hay es bastante arbustiva.

 Estamos el páramo herbáceo lacustre y de almohadilla, aunque hay arboles como la Quinua. Nada raro, si no es porque la altitud más baja a la que nos encontramos era sobre los 3800. Y en España, a 2400 ya prácticamente no hay ni pino negro.

La verdad que me estuvo recordando todo el día, el ir a conocer cualquier ibón del pirineo, era un paisaje similar, solo que andando de primeras parecía que íbamos de chuchaki, empezar a andar tan alto es como flotar. Menos mal que se fue poco a poco esa sensación.























Remontando un poquito la carretera saldrá el circuito que hemos elegido, que es subir al cerro San luis para ver desde lo alto todo. 




















chuquiragua



































































































Sintiendo el aire andino, como los cóndores 





¡CIMA! Cerro San Luis 4264m


























































































Aquí hay rocas, estoy emocioná

Bueno, hay que decir que turismo no tiene ni idea, y que no es fácil poder parar un autobús que te regrese a Cuenca. Después de un rato esperando, tuvimos la suerte de que nos bajaran a los tres mas a Ana, un señor que volvía de Guayaquil. Y realmente empezaba a hacer frío allí esperando en la lluvia.





Cuenca



Día de chuchaki, post-canelazos, pero con ganas de visitar la ciudad.
Cuenca tiene un estilo arquitectónico bastante característico, sobre todo en su casco histórico. Mucho tráfico y muchos guiris (entre los que me incluyo, aunque no era el ambiente que más me gustaba).
Quedamos con Cristian, que es de Cuenca y sabe mucho sobre su ciudad. A ver si me acuerdo de lo que nos contó:





















En un inicio, Cuenca era una ciudad cañari, los incas no la tomaron pero hicieron casar al rey cañari con una mujer inca, al final le secuestraron, y la ciudad fue entregada como pago. Por eso, en los orígenes, la ciudad tenía forma de Puma desde lo alto. Más tarde, con la conquissta de los españoles, pasó a tener forma de cruz rematada por las cuatro iglesias que la forman.

Cuenca, tiene dos catedrales, como en Zaragoza, una más vieja que no pudimos visitar y donde nos dijeron que fue donde se inventó la medida de metro. Y la otra es la nueva, que la hicieron con aportes de la gente de la ciudad, y en minga, porque querían tener una catedral tan grande como la fe que tenían.



























































































































































Aunque cuenca tenga fama de ser ciudad de corte colonial, Cristian nos dijo, que sólo había 8 edificios coloniales de verdad, y el resto se había cuidado una estética que es por normativa llevada a cabo. 
Nos llevó un amigo suyo, a un mirador muy guapo de la ciudad. Y quisimos ir con muchas muchas ganas al museo del banco noseque, pero justo la planta que queríamos entrar, todo lo arqueológico estaba cerrada.


















































INGAPIRKA

Piedras si, tenemos la suerte que a las dos nos encanta visitar piedras. Así que no podíamos dejar de visitar este complejo arqueológico.

Está en la provincia del Cañar, a 3100m, y significa muro del inca o algo así.
Creo que dijeron que ahí convivieron la cultura cañari y la Inca, por eso hay un templo del Sol de los incas, y también unas construcciones de adobe típicas cañaris.





















































































































































La cara del inca, me recordó a la cara del indio en el Bolson












































Lastima que no nos pudiera acompañar Cristina, la verdad que Cuenca nos cundió. Paseamos por sus calles, conocimos la montaña, vimos animales que no habíamos visto todavía, salimos por la noche, y hemos visto ruinas.
Un saludo y muchas gracias, para Mateo, Ana, y la épica de volver del Cajas; Edu y sus huéspedes argentinos-uruguayos, que nos hicieron pasar una buena noche a Cristian su pana y la hermana, que nos enseñaron y explicaron la ciudad, a la gente del hostel. Todo bien en cuenca.






Cuenca, Ecuador
4 a 7 de Mayo 2017

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Meçi