29 marzo 2016

Paseos, vinos, catanes, huellas y caquitas...

Casi, ya es una costumbre, en las vacaciones de "semanasanta", he dejado las fiestas montañeras machacas , por unas de paseos y conocimientos de cultura rural. Me encanta aprender las cositas de nuestro alrededor.

En ésta ocasión, fuimos a pasar unos días a Bernués; ya había estado una semanasanta anterior, hace años, pero sólo de paso de un día.
Bernués es un pueblo de la Jacetania, era parte del camino real de Zaragoza a Jaca. Y está situado al otro lado de la Peña Oroel, y la sierra de san Juan de la Peña.






Lo que más me gusta de éste tipo de vacaciones, es cuando te lo enseña gente que valora la totalidad del entorno y conoce bastante de su cultura, así da gusto.

Es una zona, que por tipología me recuerda bastante a lo que conozco de la guarguera, con la diferencia de que aquí se conserva el pino rojo; que a mi parecer es más bonito que el americano, y al menos es el autóctono. 

Deja así unos bosques más pretos, con un campo a través, para mí concretamente mas giñón (siempre con la cabeza pensante en el encuentro con los cerdos, que tanto miedo me inspiran...). 





Los paseos, que Gerardo nos eligió, han sido muy acertados. Muy cómodos para andar por ellos; la zona esta llena de pistas haciendo muy fácil recorrerla, y dar circuloides para conocerla, además la orografía no es muy exigente, así que no se hace muy costoso.

Entre lo que sabe Gerardo y lo que sabía Marcos hemos podido aprender mucho sobre pajaritos y su piar; huellas y truños, de rabosas, tejones, jabalies..., su comportamiento; plantas que a lo mejor ni se me hubiese pasado por la cabeza pensar en ellas, hojas y árboles... Me ha parecido todo como si fuéramos escenas de los cromos del vida y color.  
Interesante poder ver el comportamiento animal nocturno, realmente interesante.

Me encanta aprender de cosas distintas de las que yo sé, y de ésta manera; en la que no te sientes un retrón por no saberlas anteriormente.

Muchas gracias, por los conocimientos; se nota que han sido aprendidos de una forma pasional...

























































En la cima del monte del "pilón", desconozco si tiene nombre. Posando con Oroel, y el querido pirineo.









































































Huellas de tejón






































































































También hubo algún día que cambiamos paseo forestal, por paseo puebleril; fuimos a visitar Botaya, que está cerquita de Bernués en una hondonada de la Sierra de San Juan de la Peña. El pueblo muy majé, pero lo mas guapo para mí fue la carreterita de su acceso. Bonitísima.

También fuimos al nuevo santuario de San Juan de la Peña, igual lo más estresante de todas las vacaciones, con tanta gente alrededor. 

































































































































Bonita vista de Oroel, sin duda, la más fotografiada de éstas vacaciones



Intentamos buscar, la antigua calzada romana; con un paseo bien chulo en el que encontramos la cantera de losas, que habíamos intentado buscar en los días anteriores...

























































Los paseos los acompañamos de unas partidicas de Catán, así los raticos cerca de la estufa se hacían mas amenos. Y a la vuelta, nos acercamos a Aineto, para comer con  Abel. Así que, se podría decir, que estos días, nos han cundido. Sobre todo para el coco.

He echado de menos, tener la cartografía delante mía, para poder asimilar bien todo lo visto, en su emplazamiento. Me ayuda bastante a ordenar todo en mi cabeza.



Muchas gracias, Gerardo, Anna, Isabel y Marcos; por los momentos.
Me sigue encantando aprender y descubrir las cosas de Aragón, aunque no sean rocas.




Bernués, Aragón
24-28 de Marzo de 2016